Hipoxia
El aire que respiramos habitualmente, y de donde tomamos el oxígeno, para mediante caminos y procesos ya conocidos obtener la energía suficiente para producir la contracción muscular y con ello el movimiento, no es puro. Es decir, el aire no contiene solamente oxígeno, sino que además presenta otros gases como son principalmente el nitrógeno que supone prácticamente el 80 % del total.
Si bien la composición del aire que respiramos no varía en función de la presión atmosférica, sí que es cierto que las diferencias de presión atmosférica van a traer consigo cambios en el contenido de aire en el mismo volumen, lo que da lugar a una mayor o menor disponibilidad de los diferentes componentes del aire; si hablamos de una disminución de la presión atmosférica (bien debido a la altitud o a cambios meteorológicos), el contenido de aire dentro del mismo volumen es menor (está sometido a menos presión) lo que conlleva a que haya una disminución del contenido absoluto de oxígeno y nitrógeno en el mismo volumen de aire. Por tanto, podemos decir que la presión atmosférica no es constante, sino que tiene variaciones; unas variaciones vendrán dadas en el mismo lugar por los cambios meteorológicos, de ahí que nos hablan los hombres del tiempo de altas y bajas presiones, pero estos cambios son pequeños y no traen consigo variaciones significativas en el contenido de oxígeno por volumen de aire; 
pero además, tenemos otro factor de variación de la presión atmosférica, como es la altitud. Habremos oido decir que el espacio es ingrávido y que no existe presión, pero este cambio no es radical, en el sentido de que una vez sobrepasada una altitud desaparezca de repente la presión o la gravidez, sino que es un cambio gradual; por ello, según va aumentando la altitud, la presión atmosférica va descendiendo, y con ello, la cantidad de aire por volumen, y como consecuencia de ello, la cantidad de oxígeno por volumen de aire.
Por tanto podemos decir que según aumenta la altitud disminuye la cantidad de oxígeno por volumen, que es lo que denominamos hipoxia. Al aumentar la altura, aumenta la hipoxia. Con el fin de dar a entender realmente el mantenimiento de la concentración de oxígeno con la altitud y la disminución del oxígeno por volumen de aire, puede interesarte el artículo de nuestro Blog de Hipoxia Altitud, Hipoxia y Concentración de Oxígeno.
La utilización controlada de la hipoxia trae una serie de beneficios sobre la salud, la aclimatación a la altitud y el rendimiento físico , que ahora puede conseguirse sin tener que realizar estancias en altitud, gracias al desarrollo tecnológico de los sistemas de generación de hipoxia.
Gracias a las últimas tecnologías, hoy en día es posible simular altitud en tu propio medio, mediante la utilización de diferentes Aparatos Generadores de Hipoxia .
En función del propio generador de hipoxia utilizado y de sus características técnicas, en este momento es factible la realización sin movernos de nuestro entorno de 3 modalidades de hipoxia como son la Hipoxia Intermitente de Reposo (Hipoxia Intermitente de Ciclo Corto), Hipoxia Nocturna (Hipoxia Intermitente de Ciclo Largo) y Ejercicio en Hipoxia.
Con respecto a las diferentes modalidades de hipoxia, pueden ser de interés las siguientes entradas de nuestro Blog de Hipoxia:
Métodos de Entrenamiento en Altitud/Hipoxia -1- Living High Training High (LHTH)
Conceptos y Terminología del Entrenamiento en Hipoxia/Altitud -2-
Los diferentes tipos del Entrenamiento Hipóxico -3-
La mayor parte de los generadores de aire hipóxico o simuladores de altitud que están actualmente disponibles (BioAltitude A100, BioAltitude A50 , Hypoxico Summit II, Hypoxicator Portátil R5 y el Hypoxicator Portátil One Plus VA), sitúan al usuario en un ambiente con baja concentración de oxígeno que a través de la disminución del paso de oxigeno a la sangre, se disminuye su transporte y da lugar a la hipoxia intracelular que a su vez estimula la producción del Factor Inducible por la Hipoxia y con ello los mecanismos de adaptación que dan lugar a las mejoras citadas anteriormente.
